Pocas cosas dan mayor libertad, independencia y autonomía al individuo que un coche. Por eso el túnel subfluvial bajo la ría será una buena noticia para los ciudadanos de ambas márgenes de la Ría.
La libertad de movimiento, autonomía e independencia que da el tener un vehículo es irrefutable. Algunos están empeñados en arremeter contra los conductores, en perseguirles a base de sanciones y en dificultarles la movilidad adornándolo con el clásico discurso de la sostenibilidad, el ecologismo y el Medio Ambiente. Debe tratarse de los enemigos de la libertad, porque el coche es símbolo de libertad individual al darnos la capacidad de elección y controlar nuestra vida.
Sin embargo, la realidad es que lo único que persiguen algunos es socavar poco a poco, y cada vez más, la libertad de los individuos. A medida que los vehículos cada vez son menos contaminantes ese discurso se desmorona.
Pretenden que nos movamos en bicicletas y patinetes eléctricos para que lo hagamos todo a una distancia de 15 minutos de nuestro hogar y sin alejarnos mucho.
Una infraestructura como el subfluvial bajo la ria es de las pocas infraestructuras en años que mayor progreso traerá a ambas márgenes de la ría y que unirá ambas márgenes ayudando a descongestionar La Avanzada. De hecho, cada día 19.000 vehículos dejarán de pasar por La Avanzada para cruzar a la otra margen.
Toda obra conlleva incomodidades y afecciones pero sin duda será una gran noticia para mejorar conexiones y acercar también la margen derecha a la Comunidad vecina de Cantabria al recortar el recorrido en aquella dirección.
40 años hemos tenido que esperar los ciudadanos de ambas márgenes a que la Diputación haya acordado construir una infraestructura alternativa al Puente de Rontegui para comunicar ambas márgenes. Decadas de esperas para terminar con esa brecha física y años de demora para ver por fin reducida la enorme circulación por mitad de Leioa.
Las afecciones al parque de Artaza se producirán sin duda durante la obra pero hoy en día la ingeniería ofrece suficientes recursos y posibilidades para, una vez terminada la obra de la subfluvial, restaurar y devolver el parque a su estado original y si no al menos a un aspecto similar.
Durante los últimos años las matriculaciones de vehículos en Getxo se han incrementado a pesar de las complicaciones e impedimento para estacionar y las dificultades para circular por los centros urbanos.
No hay duda: las personas prefieren el coche, las personas eligen libertad.
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