El Ayuntamiento de Getxo se encuentra en el centro de una controversia tras las declaraciones del concejal de Hacienda y Personal, quien en una comisión municipal señaló al anterior jefe de informática—ya fallecido—como responsable de la contratación de un sistema de gestión de recaudación que, según la actual Tesorera municipal, ha dificultado aún más el cobro de impuestos.
Ante estas acusaciones, el Responsable actual de la Unidad TIC ha enviado una carta a todo el funcionariado municipal en la que desmiente categóricamente esta versión y aclara el proceso que llevó a la contratación de la herramienta. En su escrito, detalla que la iniciativa para cambiar el software de Contabilidad, Rentas y Recaudación no partió del anterior jefe de informática, sino que fue una decisión adoptada por el Área Económica del Ayuntamiento y la Intervención municipal en 2015.
Según explica, en febrero de ese año, la Interventora municipal y la concejala responsable del Área Económica aprobaron un crédito adicional de 300.000 euros para la adquisición del nuevo software. Inicialmente, los fondos estaban asignados al área de Intervención, pero en abril se modificó la partida presupuestaria para que dependiera del Departamento de Informática. En mayo de 2015, se inició el expediente de contratación, que fue adjudicado en noviembre a la empresa GT3 Soluciones S.L. por un importe de 241.925,88 euros, tras un concurso público en el que participaron tres empresas.
El Responsable de la Unidad TIC subraya que el proceso de contratación se llevó a cabo conforme a la normativa vigente y que la adjudicación se basó en criterios objetivos, con la oferta de GT3 obteniendo la mejor puntuación en la evaluación técnica y funcional. Además, insiste en que el software implantado en 2017 cumple con todos los requisitos técnicos exigidos, incluyendo compatibilidad con el sistema de base de datos y autenticación de usuarios.
En su carta, también desmonta la idea de que el software sea responsable de los problemas de recaudación del Ayuntamiento. Explica que la valoración funcional de la herramienta fue realizada por los técnicos de las áreas implicadas y que, si la aplicación presenta deficiencias en este aspecto, la responsabilidad recae en quienes evaluaron y aprobaron su idoneidad. Asimismo, señala que no tiene sentido atribuirle la deuda municipal acumulada entre 1995 y 2020 a un software que empezó a utilizarse en 2017, más aún cuando hasta 2020 la recaudación ejecutiva estaba externalizada.
El escrito finaliza con una crítica a la actitud del concejal de Hacienda y un llamado a la responsabilidad compartida en la gestión municipal. «En cualquier tipo de proyecto, el éxito o el fracaso es responsabilidad de todas las partes involucradas», señala, remarcando que no es aceptable señalar a una sola persona y evitar asumir las propias responsabilidades, incluidas las políticas.
Además, el Responsable de la Unidad TIC denuncia el daño que estas declaraciones pueden causar, especialmente cuando se dirigen contra una persona fallecida que no puede defender su trabajo ni su reputación. «Estas aclaraciones las hago con el fin de evitar que, en un futuro, alguien no tenga que leer en prensa acusaciones injustas y falsas sobre una persona cercana, tal vez un padre o un marido, o simplemente un compañero de trabajo de muchos años, que ya no está y no puede defender su trabajo y su buen nombre» concluye.
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