La expectación era máxima, pero las certezas siguen escaseando. La comparecencia conjunta de la alcaldesa de Getxo, Amaia Agirre, y del presidente de la Autoridad Portuaria de Bilbao, Iván Jiménez, para aclarar el futuro del Puerto Deportivo tras la renuncia de la concesionaria, se convierte en un ejercicio de retórica y buenas intenciones más que en una presentación de soluciones concretas.
La Autoridad Portuaria presenta una hoja de ruta bajo el título “Puerto–Ciudad Sostenible Getxo/Bilbao: Visión Integrada 2030”, con la que dice querer diseñar un nuevo modelo de gestión “sostenible y participativo” para el puerto deportivo y la terminal de cruceros. Solo anuncian que el proyecto se enmarca siguiendo las Directrices de la cuestionada Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Más allá de las habituales palabras como «sostenibilidad», «participación ciudadana» y «cooperación institucional», no se concretan medidas inmediatas sobre la gestión del puerto ni sobre los plazos de actuación. La única referencia temporal es un periodo de hasta dos años para definir el nuevo modelo, aunque tanto Aguirre como Jiménez aseguran que su intención es presentarlo antes.
Mientras tanto, el puerto deportivo continúa en una situación de incertidumbre que preocupa a usuarios, trabajadores y al tejido comercial del entorno.
La alcaldesa habla de una “etapa ilusionante” y de un “puerto más abierto, sostenible e integrado”, mientras que el presidente portuario subraya el compromiso de su institución con un “nuevo modelo de puerto verde y útil para la ciudadanía”. No obstante, entre las declaraciones y la realidad media un vacío que, por ahora, no despeja las dudas sobre qué ocurrirá en los próximos meses.
La comparecencia, que había generado gran expectación entre vecinos y agentes locales, se cierra sin anuncios concretos ni medidas tangibles.
El futuro del Puerto Deportivo de Getxo sigue, de momento, anclado en la indefinición.
