El Ayuntamiento de Getxo ha presentado con entusiasmo los datos de ocupación turística del verano, pero tras el tono triunfalista se esconden señales preocupantes sobre la evolución real del turismo en el municipio.
Aunque la ocupación media en hoteles haya subido ligeramente hasta el 84%, lo cierto es que no todos los sectores turísticos se benefician por igual. Las pensiones locales, más vinculadas al pequeño comercio y a la economía de proximidad, han sufrido una caída significativa, situándose en apenas un 72,21% de ocupación. Esta bajada evidencia un desequilibrio creciente entre los grandes establecimientos hoteleros y los alojamientos más modestos, que son precisamente los que más impacto tienen en el tejido económico local.
Otro dato que contrasta con el discurso de éxito institucional es el descenso del 14% en las personas atendidas en las oficinas de turismo municipales respecto a 2024. Además, el turismo estatal se desploma un 12%, mientras el extranjero crece. Esto refleja una dependencia cada vez mayor del turismo internacional, más volátil y menos sostenible, especialmente ante el contexto de saturación turística.
A pesar del optimismo oficial, los datos dibujan una realidad menos brillante. Se registran menos visitantes atendidos, un turismo más desigual y un modelo cada vez más orientado al escaparate que al bienestar local.
