Un mal primer tiempo ha condenado al Club Deportivo Getxo a comenzar la liga con una derrota ante Aurrera de Ondarroa por 0-2 en Fadura. Sin tiempo para asentarse sobre el césped llegaba el primer tanto del conjunto ondarrutarra en un balón alto y largo que ha superado a la defensa getxotarra y que Bengo ha mandado a la red en el mano a mano ante Igor.
Estaba mejor posicionado sobre el campo Aurrera de Ondarroa y llegaba arriba con mucha velocidad por las bandas. Luken por la banda izquierda y Olabarria por la derecha han traido en jaque a un equipo getxotarra que se ha visto superado por los visitantes en estos primeros cuarenta y cinco minutos de juego. La distancia entre los laterales y los interiores ha permitido que Olabarria y Luken superasen una y otra vez a los laterales Lopo y Navarro.
Con dominio de Aurrera e impotencia del Getxo ha llegado el segundo en un centro de Olabarria desde la derecha que ha cabeceado a la red Bengo. La única llegada con cierto peligro del Getxo en el primer periodo ha sido un lanzamiento alto de Soraluze. Eneko estuvo a punto de hacer el tercero pero lo impidió el portero Igor al mandar a saque de esquina el lanzamiento del jugador del Aurrera. Con el 0-2 se llegaba al descanso y el partido estaba encarrilado para los ondarrutarras.
Han podido ampliar la renta al inicio del segundo periodo Aurrera con un lanzamiento de falta desde la frontal de Arufe que ha sacado en una gran estirada Igor a saque de esquina. A partir de ahí el Getxo se ha ido hacia arriba para acortar distancias, mientras que Aurrera ha seguido manteniendo el orden sin pasar muchos apuros. Markel ha tenido en sus botas el 1-2 en un saque de falta de Soraluze, pero el remate final en boca de gol del centrocampista getxotarra lo ha sacado Alejandro en una gran intervención de reflejos. Lo ha intentado el Getxo hasta el final con un lanzamiento de Lander que ha atrapado Alejandro.
A la conclusión del partido el entrenador del Club Deportivo Getxo Jon Kareaga reconocía que el mal primer tiempo les había llevado a encajar la primera derrota.