El derby vizcaíno por excelencia del hockey patines disputado ayer en el Pepín López de Neguri no tuvo color y se quedó en casa. El Jolaseta, que comenzaba la competición después de la jornada de descanso del anterior fin de semana, no tuvo piedad de su rival, y acabó endosando al Santutxu un contundente 8-1. Con este resultado y el juego desplegado durante el partido, el equipo getxotarra demuestra su condición de claro favorito para todos los objetivos de la campaña.
El arranque del partido ofreció lo que de él se esperaba: velocidad, intensidad y rivalidad. Comenzaron mandando los visitantes. Endika y Álvaro hicieron lucirse al meta auriazul en esos primeros compases del choque. Poco después, era Emilio Álvarez quien mandaba la bola por encima del larguero de la portería bilbaína. El Jolaseta, bien comandado por este último jugador, comenzaba a carburar. En el minuto nueve, José Mendialdua veía la cartulina azul y dejaba a su equipo en inferioridad El Santutxu, sin embargo, no pudo sacar nada positivo de esta situación. Y fueron los jugadores de Víctor Sanz quienes se adelantaban en el marcador poco después, tras un gran pase de Jaime González y gol de Emilio. No duró mucho la alegría. En la siguiente jugada, Endika empataría para el conjunto bilbaíno. Fue un espejismo. En el minuto doce de este primer periodo, jugada entre Jon Viar y Jaime González que culminaba este último. Dos minutos después, el propio Jaime González hacía el 3-1; y a falta de seis minutos para llegar al descanso, Emilio Álvarez marcaba el cuarto gol de su equipo. La victoria ya estaba encarrilada.
Poco varió la segunda parte. El Jolaseta dominaba el partido y al rival sin muchos problemas. A los dos minutos de la reanudación, Jaime González, uno de los mejores jugadores del choque, marcaba su tercer tanto. Posteriormente, Emilio Álvarez, de nuevo Jaime González; y Jon Viar, de falta directa, dejaban el marcador en el definitivo 8-1. No se rindieron los bilbaínos pese a la contundencia del resultado. Los últimos minutos del partido fueron de gran intensidad, con los dos equipos en busca del gol. Los locales, para aumentar las diferencias; y los bilbaínos, para maquillarlas. No hubo tiempo para más.
Victor Sanz, entrenador del Jolaseta patines, se mostraba muy contento al final del partido por la victoria conseguida en el inicio liguero y la imagen ofrecida por su equipo en este importante derby.