Una mujer que se presentó al concurso-oposición de Trabajador Social del Ayuntamiento de Getxo denuncia en una carta su decepción. «Nos deja en una situación de indefensión ante la administración, que lejos de establecer unos criterios de evaluación reales a las necesidades del puesto, se buscaba una criba masiva de candidatas».  A duras penas la media de los candidatos llega a tener 9 puntos cuando el mínimo exigido para aprobar son 17.

 

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Una ciudadana, M.L., ha relatado en una carta a Diario de Getxo su decepción con el concurso-oposición que convocó el Ayuntamiento de Getxo para cubrir 7 plazas de trabajadores sociales. Durante la misma ha explicado que la elección de las preguntas le dejaron sorprendida aunque lo peor llegó cuando comprobó que por lo visto «ninguno teníamos los conocimientos exigidos». Asimismo, ha advertido que a duras penas la media de los candidatos llega a tener 9 puntos cuando el mínimo exigido para aprobar son 17. Además, ha añadido que lejos de establecer unos criterios de evaluación reales a las necesidades del puesto, se buscaba una criba masiva de candidatas «y eso, no es, o al menos no debería ser, el objeto de una OPE».

CARTA DE UNA ASPIRANTE A TRABAJADOR SOCIAL DE GETXO

El 15 de octubre del 2014 el Ayuntamiento de Getxo convocó una oposición de 7 plazas de Trabajo Social muy esperada por muchas de nosotras, y el 25 de febrero se celebró el examen, culminando así tantas horas de estudio y tantas esperanzas depositadas en ello.

Como siempre ocurre en este tipo de acontecimientos hay gente que va a probar suerte pero hay otras, entre las que yo me incluyo, que en esta ocasión  estudiamos desde el primer día de la convocatoria hasta el día anterior al examen.

He de decir que ya tengo una trayectoria y experiencia en este campo pero nunca como esta vez me he sorprendido y decepcionado tanto.

La elección de las preguntas me dejó asombrada, que por cierto no se eligieron delante de los candidatos a fin de garantizar la transparencia de la que tanto se habla actualmente.

Los resultados me dejaron impresionada, parece que ninguno teníamos los conocimientos exigidos; a duras penas la media de los candidatos llega a tener 9 puntos cuando el mínimo exigido para aprobar son 17. Ciertamente en un examen todo es mejorable y siempre esta esa sensación de que “lo podía haber hecho mejor”, sin embargo en esta ocasión he de decir con absoluta tranquilidad que no. No podía haber estudiado más horas ni dedicar más tiempo porque ya lo hice desde la mañana a la noche, por eso no dejo de decepcionarme ver estas cosas.

Independientemente de las capacidades personales, la dificultad de la prueba, o cualquier otro motivo que se pudiese alegar para justificar esta situación, el hecho es que se han destinado recursos públicos a una acción que puede ser calificado de todo menos eficaz, y muchísimo menos eficiente.

Desgraciadamente esta nos deja en una situación de indefensión ante la administración, que lejos de establecer unos criterios de evaluación reales a las necesidades del puesto, buscaba una criba masiva de candidatas; y eso, no es, o al menos no debería ser, el objeto de una OPE.

M.L.