El Arenas Club se juega mucho este próximo domingo. La eliminatoria se decidirá en el estadio Gobela tras el mal partido de la ida ante el Oviedo B Vetusta (1-0) que, según el club getxotarra, «pasa factura ahora con el esfuerzo extra que deberá realizar el equipo para darle la vuelta al marcador».
«Se espera que el domingo, a partir de las seis de la tarde, aparezca el Arenas que nos ha dado buen fútbol y goles en casa durante toda la temporada, salvo contadas excepciones» ha explicado el club en su página Web.
Desde el Arenas han realizado un llamamiento para que Gobela sea una olla a presión «pero siempre dentro de los buenos modales y mejor comportamiento de un club Histórico como es el nuestro».
Por si tuviéramos poco con lo del Athletic de Bilbao que, digan lo que nos digan quienes lo digan, nos está costando un pastón a todo el mundo, todavía nos reclaman más «tribulaciones» poco menos que estériles. Más que tocarnos la «fibra», nos están manoseando otras partes de mayor importancia.
¿No sería más coherente convocar a movilizarnos tod@s para, por ejemplo, llegar a conocer cuánt@s vecin@s de cada portal no podemos trabajar, no llegamos ni a mediados del mes, no podemos pagar las facturas de luz, gas, etc., no sabemos cuándo podremos acudir al dentista o ni soñamos ya con «cuatro días de vacaciones?
Estos aspectos, son solo un ejemplo cruel, pero demasiado real.
La nueva corporación municipal, que está por ver si será nueva en algo, mucho tendrá que decir y explicar, y todavía más deberá afinar en las prioridades de sus gestiones y proyectos.
De momento, en estos tiempos de recortes incesantes, también nos han recortado este año sus electoralistas ayudas para el pago de impuestos.
En Getxo tod@s somos personas de carne y hueso, pero no tod@s nos pirriamos por el negocio/burbuja del fútbol, ex-deporte de masas dignas de todo el respeto que su propia incoherencia cívica merece.
Menos fútbol y propaganda partidista, y más información y participación ciudadana.
Que gane el mejor: el pueblo, pero que no deje de silbar, inútilmente, a sus tiranos que siempre viven como reyes.