La vecina de la calle Kresaltxu de Romo fue atada de pies y manos por el ladrón que había entrado en su casa a robar.

Según ha informado la Asociación de Vecinos de Romo, este pasado jueves 14 de febrero, una vecina de la calle Kresaltxu nº11, al regresar de hacer unos recados se encontró con la puerta de su piso entreabierta. Extrañada, pensando que se trataba de un despiste accedió a su interior y se encontró de bruces con un ladrón que estaba robándole en la vivienda. El caco le ató de pies y manos y continuó con lo que ya antes había comenzado.

La mujer, que continuaba atada y con un susto de muerte, al marcharse el ladrón llamó como pudo por teléfono a la ertzaintza para que fueran a auxiliarle.

La Asociación de Vecinos ha informado además que la policía autónoma recomienda en estos casos “no entrar en la vivienda y llamar inmediatamente al 112 aunque podamos pensar que nos hemos dejado la puerta abierta por un descuido al no verla forzada. Si el ladrón sigue dentro, lo que le ha pasado a esta vecina es lo menos malo que le podría haber pasado”. La Policía Vasca aconseja fotografiar los objetivos de valor y anotar la marca, modelo y el número de serie para identificarlos en caso de robo, así como esperar fuera de la vivienda hasta la llegada de la Ertzaintza.

Al parecer, estos delincuentes, que actúan en pequeños grupos de tres o cuatro, son expertos en ganzuar un tipo de cerradura, las de tipo MCM denominado de borjas, que se instaló de forma masiva en las viviendas hace unos años. El sistema es sencillo: mediante una llave ‘maestra’, que tiene una sola paleta, y un alambre, consiguen alinear los pestillos y abrir la puerta, incluso si se han dado varias vueltas a la llave y hasta si están puestas. Estos ladrones acuden a los barrios en los que presumen puede estar colocada esta cerradura y, mediante un pequeño barrido -llaman a la casa con alguna excusa, preguntan por alguien u ofrecen algún artículo a la venta-, eligen los pisos de sus siguientes golpes. En los últimos meses se han desvalijado decenas de casas mediante este original ‘modus operandi’ en el Gran Bilbao. Unos han ido formando a otros y se ha extendido el conocimiento de la ganzúa para estos robos.