En todos los casos de agresiones o tocamientos a mujeres ocurridos en Getxo y que han salido a la luz se han ocultados la procedencia de las personas de quienes han cometido dichos actos.
En concreto, de las cuatro denuncias por ataques de naturaleza sexual que supuestamente se han presentado en Getxo en las fiestas más populares del municipio este verano no han trascendido en ninguna de las noticias publicadas en los medios el país de donde proviene la persona autora de los hechos denunciados.
Las autoridades siguen tapando este dato fundamental para que la sociedad sepa la estadística real de cuántos de los delitos de este tipo en nuestra comarca son importados o no. Cualquiera que haya conocido de cerca un caso de este tipo puede confirmar el dato pero existe un acuerdo y alineación de todos los medios generalistas de no aportar ese dato alegando que se trata de una información que «no aporta nada a la noticia».
Sin embargo, el dato aporta tanto o más información que el suceso en sí puesto que los ejecutores de este tipo de agresiones machistas suelen tratarse mayoritariamente de personas que provienen de culturas y sociedades donde los derechos y libertades de las mujeres están muy lejos de las existentes en Occidente.
Evidentemente es un tipo de censura aceptada por los medios de comunicación generalistas e impuesta por las autoridades que ocultan en sus notas de prensa el dato porque, entre otras cosas, cualquier conocimiento de la realidad pondría en jaque muchas de las políticas en materia de inmigración del país a lo largo de los años por la clase política y supondría tener que asumir infinidad de errores cometidos. Por no hablar de todas las asociaciones del tipo de SOS racismo que saldrían a poner el grito en el cielo y que los gobernantes quieren evitar a toda costa.
Por otro lado, las autoridades tienen la costumbre de omitir el dato con la excusa de que «no es posible aportar información para no perjudicar a las investigaciones», pero la realidad es que son órdenes de la clase política para únicamente no generar alarma puesto que cuando las investigaciones concluyen el suceso se olvida y nunca más se supo.
Lo mismo ocurre con el aumento de hurtos en las fiestas. Todo el mundo sabe y conoce la procedencia de los ciudadanos autores de este tipo de delitos pero supone mayor delito la publicación por parte de cualquier periodista del país de origen del delincuente que el hurto en sí, porque el primero -el periodista- será tachado por una parte de población como racista mientras que el segundo -el delincuente- estará al de unas horas de nuevo en la calle para continuar delinquiendo.
Los datos de delincuencia en Getxo al término del año pasado se dispararon y la ciudadanía no ha conocido ni una milésima parte de los sucesos que han tenido lugar en el municipio.
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