El barrio de Larrañazubi, en Getxo, donde la mayoría de residentes son personas mayores, está sumido en una creciente ola de okupaciones que mantiene a los vecinos en vilo. La situación se ha vuelto crítica.
Solo en las últimas semanas, la vivienda situada en la calle Larrañazubi nº13 ha sido ocupada tres veces. Hoy al mediodía, la Ertzaintza ha tenido que intervenir para desalojar a un nuevo okupante en torno a las 15:30 de la tarde. Aunque se ha tratado de una actuación rápida, el temor sigue latente: un grupo numeroso se mueve por la zona, generando tensión e inseguridad en la comunidad.
El Diario de Getxo ha contactado con la Ertzaintza, que ha restado gravedad al incidente destacando el buenismo del ocupante, quien “no ha forzado la puerta” y “ha salido inmediatamente” sin oponer resistencia. Tras identificarle, ha sido puesto en libertad. La policía autonómica insiste en que esto es posible solo si “la puerta de la vivienda está sin cerrar”. Cuando le hemos dejado caer que los casos son frecuentes en este barrio y que no es la primera vez que sucede, desde el área de Comunicación de la Ertzaintza la persona que nos ha atendido ha respondido: «eso ya no sé, solo te puedo decir lo que veo aquí con respecto al suceso de hoy».
Un testigo presencial ha trasladado a este medio que la persona que ha entrado en la vivienda es de origen magrebí, y lamentablemente, como decimos, no ha sido el único caso en esta zona.
En septiembre de 2022, en el Diario de Getxo ya informábamos de la okupación de otra vivienda en el nº15 de la misma calle, también por ciudadanos magrebíes. Y en junio del año pasado, tres magrebíes robaron con violencia a un joven y se escondieron en otra casa del barrio.
Los vecinos denuncian que la situación es insostenible y que la inseguridad va en aumento. Mientras tanto, las autoridades parecen mirar hacia otro lado, tratando de silenciar un problema que ya es un clamor.