En julio, Ibon Rodríguez, concejal de EH Bildu en Getxo, atacaba con dureza al portavoz del PP por ausentarse durante las intervenciones vecinales. Lo presentó como desprecio institucional y lo usó como arma política.
Pero este octubre, fue él quien abandonó el pleno cuando aún faltaban cuatro vecinos por intervenir.
Desde Diario de Getxo no criticamos que un concejal se ausente de forma puntual. Lo que denunciamos es la hipocresía de quien convierte una ausencia puntual en escándalo cuando es ajena, pero la repite sin pudor cuando le toca a él.
La actitud de Rodríguez no fue un error, sino más bien fue una demostración de oportunismo político. Y cuando la demagogia se vuelve contra quien la practica, lo mínimo exigible es coherencia.
