Denuncian que es una persona potencialmente muy peligrosa porque suele portar cadenas y amenazar con ellas a «personas imaginarias» con las que se pelea ya que oye voces.
La publicación por parte de este medio de la presencia de un sin techo que vive en la calle Aretxondo de Algorta con evidentes problemas mentales y las quejas de los residentes de la zona que dicen sentir miedo por su presencia no ha llevado a los responsables municipales a mover ficha.
Otra vecina, B.A., ha informado a nuestra redacción que desde la publicación de la noticia, que fue reenviada al Ayuntamiento, «ha empezado a haber presencia de vigilancia en Aretxondo por parte de los municipales, pero eso solo ha trasladado el problema unos metros más abajo, ya que esta semana ha pernoctado en Etxetxu (Puerto Viejo) con el consiguiente molestar de los vecinos del puerto».
Esta persona sufre aparentemente brotes esquizofrénicos y deambula por la mencionada calle a diario con el consiguiente peligro que supone para los vecinos. «Le hemos visto portar cadenas y moverlas y amenazar con ellas a «personas imaginarias» con las que se pelea ya que oye voces» explican quienes le han visto.
«La misma policía nos dice que no pueden hacer nada. Se personan, le piden la documentación, pero como esta persona tiene “brotes”, cuando llegan ellos no pueden hacer nada, hasta que no ataque a alguien o pase algo grave» ha denunciado B.A.
El varón no lleva semanas viviendo allí, sino meses. «Hemos llamado en innumerables ocasiones a los municipales por gritos de madrugada. Oye voces que le atormentan y grita “zorra te voy a matar» de una forma desesperada a alguien “imaginario”, tiene visiones y eso es una señal inequívoca de enfermedad mental grave» ha añadido la denunciante quien ha remitido a nuestra redacción un vídeo de la persona en cuestión «en el que se le ve exhibiendo un arma que suele llevar, así como las pintadas que los vecinos tenemos que aguantar, referidas siempre a Satanás o a la muerte».
Los vecinos piden la implicación de todos «para ver si conseguimos que trasladen a esta persona, que es potencialmente muy peligrosa, a un centro donde pueda ser tratado».
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