Situado en el barrio de Aldapa este árbol ha sobrevivido a innumerables tormentas y a unas cuantas heladas durante su vida pero no a la mano del hombre.

 

arbol

Por el barrio getxotarra de Aldapa han aparecido varios carteles informativos donde se advierte de la «tala inminente» de un laurel que «ha sobrevivido a innumerables tormentas y a unas cuantas heladas durante su vida» y que «ha visto crecer a dos generaciones de vecinos».

«Nuestro ancestros lo respetaban mucho pues una de sus cualidades es la de proteger de los rayos y las descargas eléctricas. En otros tiempos era aconsejable colocar unas ramas de laurel en las ventanas o bien cerca de la cabeza si se estaba a la intemperie. Y si en algún caserío ocurría alguna desgracia se llegaba a decir “es casa sin laurel”» se explica en la nota informativa colgada por las calles.

«Hoy todo esto se deja de lado y se decide que este árbol ya no será más parte de nuestro entorno» se lamentan los autores del texto tras recordar que este árbol «suele ser cobijo de innumerables familias de pájaros que ahora mismo tienen crías o están a punto de tenerlas».

«Nosotros te derribaremos, perdónanos»

En el comunicado se explica además que en los albores del siglo pasado R. Mª Azkue recogía la frase ritual que dirigían los leñadores al árbol que iban a cortar: «Nosotros te derribaremos y perdónanos». «Una frase como muestra de respeto hacia el que iba a ser derribado por necesidad, lo cual no es ahora el caso» han recalcado.

«Quizás estas de sus últimas horas escuchemos en el rumor de sus ramas perennes una súplica por su supervivencia, por continuar siendo parte del paisaje de Aldapas, así, con toda la nobleza de su porte, fuerte y protector» han concluido.