Mamíferos autóctonos como el tejón, el zorro, el jabalí, el corzo, la comadreja o la ardilla, galápagos, anfibios, reptiles y más de un centenar de especies de aves como la garza, el ánsar y el aguilucho, entre otros, pertenecen a la comunidad faunística del humedal del Bolue. Animales de cuyo seguimiento se encarga el Servicio de Estudios de Seguimiento Faunístico y del Medio Natural, que ha sido prorrogado por el Ayuntamiento de Getxo por un año más a la empresa Bolue Ingurumen Ikerketak (Estudios Ambientales de Bolue), que se encarga de conocer y gestionar la biodiversidad existente en el municipio. En Getxo existe una población de aves interesante debido a su situación geográfica, en plena zona de migración, una variedad de habitats considerable, con el humedal, campas y campiña, zona costera y acantilados, valles de robledal y bosque mixto de interior, …

El estudio de la comunidad faunística de Getxo comenzó con los inventarios de aves en 1.999 y el de mamíferos, anfibios y reptiles en el año 2.000. Posteriormente se ha mantenido el seguimiento faunístico del humedal de Bolue y desde 2006 se lleva a cabo un seguimiento de la comunidad faunística de la playa de Azkorri-Gorrondatxe y, en particular, del sapo corredor (Bufo calamita). Además, desde 2.009 se realiza un censo de ejemplares como las rapaces y otras especies amenazadas.

Según los datos ofrecidos por el servicio, de las 140 especies de aves contabilizadas en el humedal y valle del Bolue, 39 están incluidas en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas (1 especie, el carricerín común, calificada como “en peligro de extinción”, 7 como “vulnerable”, 20 como “rara” y 11 de “interés especial”).

Seguimiento faunístico,  inventario de especies y censos de población

Xabier Buenetxea, ingeniero técnico forestal y responsable del servicio señala que “el objetivo general del servicio es, fundamentalmente, doble: por una parte, llevar a cabo el seguimiento faunístico en el humedal y valle de Bolue, con especial incidencia en la población de galápagos;  por otra, el seguimiento de la comunidad del Bufo Calamita o sapo corredor en la playa de Azkorri-Gorrondatxe, así como el seguimiento de especies en el acantilado y resto del municipio”.

Un aspecto fundamental de la labor que desarrollan en el servicio es la de realizar el inventario de las especies características del tipo de enclaves a los que nos referimos, así como llevar a cabo los censos de población, tanto anuales como estacionales. “Todos estos datos nos ayudan a conocer cuál es el nivel de calidad del hábitat natural”, apunta Buenetxea.

Otros dos capítulos importantes en la labor que realizan en el servicio son el anillamiento científico de aves y el control y la vigilancia de las especies exóticas invasoras, ya que su suelta incontrolada suele ser uno de los principales problemas de cualquier parque periurbano. Dentro del estudio de especies exóticas se incluye a los galápagos como la tortuga de Florida – se realiza también el seguimiento de galápagos autóctonos del humedal (galápagos leproso y  europeo)-, peces, mamíferos (visón americano y coipú), el cangrejo rojo americano y también plantas (cortaderia, fallopia, etc.). Asimismo, se realiza un asesoramiento técnico respecto a la gestión del entorno de Bolue y su valle y el medio natural getxotarra en general.

Concienciación y labor divulgativa

Toda esta labor, “a través de su difusión a la ciudadanía, y en especial a los menores, nos llevará a conocer la realidad del entorno natural de Getxo y su valor, para concienciarnos sobre la inexcusable necesidad de preservar el medio ambiente”,  comenta el responsable del servicio. “Como en cualquier núcleo urbano, las afecciones que puede sufrir principalmente la fauna catalogada y valorada son  graves ante cualquier alteración, por lo que es necesario evitar acciones como la suelta de animales exóticos en el humedal”, añade. Por ello es fundamental la labor divulgativa que se realiza desde el Servicio de Estudios de Seguimiento Faunístico y del Medio Natural.

Buenetxea destaca la importancia de la participación y concienciación ciudadana en la gestión del humedal y del entorno natural, y en la protección de algunas especies como el sapo corredor de Azkorri-Gorrondatxe o la pareja de halcones que habita en los acantilados de La Galea.