Un vecino que visitó el barrio getxotarra de Romo para encontrarse con un amigo de la infancia ha mostrado su sorpresa en un blog al enterarse de que en el emblemático lugar donde se encontraban las escuelas de Santa Eugenia, se contruirá «un mastodonte que le sienta al barrio como a un santo dos pistolas».

Al conocer que el Ayuntamiento de Getxo ha desoído las reclamaciones de plataformas de vecinos que han solicitado en varias ocasiones, incluso cuando todavía era un proyecto encima de la mesa, que se replantee el diseño original sustituyéndolo por otro más acorde al entorno, este ciudadano ha explicado que tiene la sensación que «como muchos otros proyectos los ayuntamientos encapsulan sus intereses particulares con una cubierta bonita de cara a la galería, como el que hace regalos por el tamaño de la caja en la que se envuelven. Anteponen sus propios deseos a los de la ciudadanía, que por cierto son los que les permitieron estar donde están».

«A todo esto yo lo llamo el efecto Guggenheim; construir un edificio singular que inicialmente no pega ni con cola en el lugar ubicado pero que a posteriori genera una onda de regeneración urbanística como la piedra que se tira a un lago tranquilo. Pero no os engañéis, Guggenheim no hay más que uno» ha advertido.