El pasado 27 de diciembre de 2016 un camión grúa provocó daños en el muro que rodea la conocida como «Casa Encantanda» o «Casa rosada» de Getxo, situada en la Avenida Basagoiti nº 20. Al tratarse de Bien protegido se procederá a su reparación cuando se tenga la autorización de la Diputación Foral de Vizcaya, según ha informado el consistorio.
El edificio, propiedad del Ayuntamiento -actualmente ocupa oficinas municipales-, fue remodelado tras una inversión municipal de dos millones de euros. Los trabajos, que concluyeron en abril de 2011, fueron objetivo de crítica al prolongarse más de la cuenta y por los costes de obra, así como por la desviación en más de 400.000 euros sobre el presupuesto inicial.
En concreto, los trabajos duraron más de 5 años. La rehabilitación empezó en diciembre de 2007 y se demoró porque «la empresa contratada quebró en junio de 2008», según informó el concejal de Urbanismo Joseba Arregui, quien aseguró que la ley impidió intervenir «hasta recibir el informe jurídico vinculante del Gobierno Vasco». Por eso la paralización duró hasta julio de 2010.
Los populares se quejaron porque la casa estuvo mucho tiempo «en un estado lamentable, hasta que en 2001 se encargó un proyecto de reforma que costó 19.441 euros». Los azules denunciaron que aquel dinero se perdió porque la rehabilitación no arrancó hasta 2007, adjudicándose por 1,2 millones.
El Gobierno municipal empleó 120.000 euros procedentes de las Ayudas de Emergencia Social para comprar mobiliario para la casa Encantada.
Asimismo, la polémica siguió creciendo al conocerse que el Gobierno municipal empleó 120.000 euros procedentes de las Ayudas de Emergencia Social para comprar mobiliario para la casa Encantada.
Además, una vez concluidas las obras de remodelación de la casona, el Equipo de Gobierno la mantuvo sin darle ninguna utilidad durante dos años. La inversión total se cifró en dos millones de euros.
Esta casa protegida de estilo indiano paso a ser titularidad del Ayuntamiento en 1982. El edificio está declarado como Conjunto Monumental con la categoría de Bien Cultural calificado por el Gobierno vasco.
Seguramente hará falta crear una comisión de expertos y asesores, llevarlo a Juntas y pasar por dos Plenos para volver a colocar las siete piedras una encima de otra.
En serio. Hoy, veinte días después, las piedras siguen en el suelo tal como cayeron ocupando la mitad de la Avda. de Basagoiti.
No cabe más incompetencia. Así se explica la insólita duración de cualquier obra pública en nuestro municipio.