A pesar de la dureza de la candidata socialista contra el PNV, los tres ediles socialistas pactaron que uno de ellos votase a favor y los otros dos se abstuvieran para permitir que el PNV lograse la mayoría necesaria para aprobar el punto

Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo de los socialistas de Getxo, los tres ediles de la formación han ofrecido un espectáculo vergonzoso en el último Pleno municipal de la legislatura.

Durante el debate del punto para aprobar el inicio del expediente para la adjudicación del contrato del servicio de limpieza y recogida de basuras -el contrato más costoso e importante del Ayuntamiento-, los socialistas, que han sido los socios del PNV en la coalición que han mantenido durante toda la legislatura- han hecho un enorme ridículo con el único objetivo de lograr distanciarse del PNV para marcar diferencias de cara a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo.

Por primera vez en los cuatro años de legislatura, Carmen Diaz -cuarta vicealcaldesa del Gobierno de Getxo y la candidata socialista a la alcaldía en las elecciones del próximo 28 de mayo- ha contradicho duramente a su socio de Gobierno, el PNV, por la gestión del mencionado contrato que se traía al Pleno. «La gestión ha sido caótica y ha habido un exceso de prisa, además no se ha contado con los grupos políticos» ha denunciado en lo que ha sido un gesto inaudito teniendo en cuenta que la socialista se ha mantenido fiel al PNV durante todo el mandato para no afectar y preservar el acuerdo de coalición que han mantenido ambos.

Y es que dicha dureza en su discurso se explica claramente por la cercanía de las elecciones que busca únicamente distanciarse públicamente y marcar diferencias con el que ha sido su socio de gobierno.

Sin embargo, en el momento de la votación se ha descubierto que todo el discurso de la líder socialista de Getxo ha sido un teatrillo puesto que los tres ediles socialistas había pactado que uno de ellos (Asun Olaeta Pérez de Mendiola) votase a favor y los otros dos se abstuvieran para permitir que el PNV lograse la mayoría necesaria para aprobar el punto.

Y es que según está establecida la conformación del Pleno municipal si los tres concejales socialistas se hubieran abstenido, se habría logrado un empate entre los «NO»es (los 11 votos de PP, EH BILDU y PODEMOS) y los «SI»es (los 11 del PNV) que habría obligado a la alcaldesa, Amaia Aguirre, ha desempatar. ¡Pero cómo iban a poner los socialistas en ese brete a la intocable alcaldesa! ¡Ni hablar!

Los socialistas han preferido perder plenamente su dignidad, si es que les quedaba algo, en un nuevo episodio que se suma al del vergonzante episodio de la Nagusien Etxea.