Vecinos de la calle Obispo Echeandía conviven desde hace unos días con preocupación por la situación que se ha originado en el entorno del parque Piratas, en el barrio de Algorta.
Un grupo de magrebíes están viviendo actualmente en las huertas situadas detrás del Restaurante Goiezti, junto al mencionado parque. “Parece que les han cerrado el garaje donde vivían, o no entran todos ya, y viven en las huertas de detrás”, detalla una ciudadana.
Si bien se ha dado aviso a la Policía Local, según el testimonio de una residente de la zona, los agentes acudieron al lugar, “charlaron con ellos y nada más”. La situación no ha cambiado desde entonces: “Siguen entrando y saliendo a sus anchas. Se asean en la fuente del parque y les da igual si hay niños pequeños jugando”.
A los vecinos que viven en la zona, la presencia de estas personas viviendo tan cerca de su vivienda y del parque infantil les hace sentirse inseguros. “A mí me genera inseguridad saber que tengo a estas personas durmiendo ahí al lado”, lamenta una residente.
Creen que una medida para disuadirles de que se queden en este lugar y evitar que accedan podría ser la colocación de una valla más alta, ya que “con una ‘charlita’ de los municipales no se ha solucionado nada”.