El alcalde Luis Urresti Campuzano, artífice del proyecto, queda fuera del homenaje oficial, ignorado por instituciones, asociaciones y la prensa
Este sábado se van llevar a cabo los actos para celebrar el centenario de la construcción de las Casas Baratas de Romo, uno de los proyectos urbanísticos más significativos para la clase trabajadora de Getxo en el siglo XX. Sin embargo, el acto conmemorativo impulsado por varias asociaciones y entidades locales del municipio omite por completo la figura clave de quien permitió y promovió esa iniciativa: el entonces alcalde de Getxo, D. Luis Urresti Campuzano, quien ejerció entre 1924 y 1927.
Ni el programa oficial del evento ni el último número del periódico municipal Getxoberri incluyen mención alguna al nombre de Urresti Campuzano. Un silencio que, para muchos, no es casual, sino parte de una estrategia de olvido selectivo promovida desde hace décadas por los sectores más afines a la izquierda, el nacionalismo y EH Bildu, que dominan buena parte del relato institucional del municipio.
Esta omisión no es nueva. El nombre de Luis Urresti Campuzano ya fue eliminado del callejero en 1980 por decisión del entonces gobierno local liderado por el PNV. Hasta ese año, una pequeña calle de Algorta, donde se encuentra el edificio Zodiakos, llevaba su nombre desde 1957. Hoy, ni siquiera los residentes del barrio, muchos descendientes de los trabajadores que se beneficiaron directamente de las viviendas promovidas por su administración, parecen recordar su legado.
Fue precisamente en 1924, con Urresti recién nombrado alcalde, cuando se colocó la primera piedra de las Casas Baratas de Romo, culminadas en junio de 1925. El proyecto permitió por primera vez el acceso a viviendas dignas y asequibles para los obreros del municipio, y marcó un hito en la política social y urbanística local.
Durante su mandato, en el contexto del Gobierno de Primo de Rivera, Luis Urresti Campuzano promovió además otras iniciativas de calado para el municipio: mejoras en el transporte, nuevas escuelas, centros sanitarios y espacios públicos para el disfrute de una población que entonces no superaba los 13.000 habitantes. Su gestión sentó las bases del Getxo moderno y civilizado que muchos hoy disfrutan.
Pero ni los medios ni las instituciones convocantes del acto han querido recuperar esta memoria. En su lugar, se impone una versión incompleta y sesgada de la historia, moldeada para no contradecir un discurso oficial cada vez más monolítico y excluyente.
Desde el Diario Digital de Getxo (DDG), creemos que recordar es también un acto de justicia. Por eso, reivindicamos hoy el nombre de Luis Urresti Campuzano, alcalde de Getxo entre 1924 y 1927, y verdadero impulsor de las Casas Baratas de Romo, que este mes cumplen 100 años. La placa conmemorativa debería ser para él.




