La alcaldesa impide que los representantes de los vecinos debatan el cese del director del Puerto Deportivo en un gesto autoritario sin precedentes
Gravísimo. No hay otra palabra para describir lo ocurrido en el Ayuntamiento de Getxo. La alcaldesa Amaia Aguirre (PNV) ha decidido impedir que el Pleno municipal debata una moción registrada por el Partido Popular, en la que se pedía el cese inmediato del director de la sociedad pública Puerto Deportivo El Abra-Getxo S.A.
Esta decisión inédita supone un ataque directo al corazón del sistema democrático local, al negar a los concejales su derecho básico a debatir y fiscalizar la gestión pública.
No se recuerda un gobierno municipal en Getxo que se haya atrevido a vetar una moción presentada por un grupo político al menos en las últimas legilaturas. El gesto de Aguirre rompe todos los principios de transparencia, pluralismo y respeto institucional que deben regir una corporación democrática. El PNV ya había mostrado su desacuerdo con la iniciativa del PP, pero la decisión de bloquear su tramitación constituye una censura política en toda regla.
La moción vetada por Aguirre señalaba la gestión “deficiente, opaca y alejada de los principios de buena administración” del actual director del Puerto Deportivo.
Según los populares, la última licitación del Puerto deportivo fue un cúmulo de errores, irregularidades y falta de control, destacando que el propio director redactó los pliegos y participó en la valoración de las ofertas, algo que califican como “una burla a la transparencia y a las normas básicas de imparcialidad”. Además, el PP recordaba que la empresa adjudicataria renunció apenas nueve meses después, dejando un puerto en caos administrativo y financiero.
La polémica se agravó cuando, antes incluso de convocarse el pleno, el Ayuntamiento —bajo el mando de Amaia Aguirre— difundió un comunicado oficial en el que tildaba la moción de “injustificada y temeraria”.
Desde el PP denuncian una “manipulación institucional intolerable”. “La alcaldesa utiliza los canales públicos para deslegitimar a la oposición y ahora directamente impide que se le fiscalice. Es un atropello a la democracia”, han señalado. La inadmisión de la moción supone anular la voz de los concejales y, con ella, la de los vecinos de Getxo.
Amaia Aguirre ha roto un pacto básico de convivencia democrática: el respeto al debate y al control político. Hoy Getxo ha retrocedido en libertades. La alcaldesa ha decidido que el Pleno solo hable de lo que a ella le conviene.
Mientras crece la indignación, Amaia Aguirre guarda silencio. No ha ofrecido explicación alguna ni ha detallado qué argumentos legales sustentan su decisión.
El gesto de la alcaldesa ha dejado al descubierto un estilo de gobierno cada vez más cerrado, autoritario y alejado del espíritu democrático que debería inspirar a una institución pública.




