Nuestra línea crítica con el Gobierno local y su aliado lleva a muchos vecinos a comunicarnos que no pueden mostrarnos su apoyo de manera pública por el miedo a las represalias.

 

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Según ha podido conocer esta redacción son muchos los vecinos que leen el periódico digital de Getxo Diario de Getxo a escondidas y prácticamente de manera clandestina. De todos es conocido que Diario de Getxo ha aireado abundantes informaciones que comprometen e incomodan al Equipo de Gobierno sobre su gestión durante los últimos años al frente del consistorio así como las irregularidades cometidas por algunos funcionarios o responsables de distintas áreas municipales -muchos de ellos puestos a dedo por los gobernantes-.

El diario digital de Getxo se ha convertido en un medio incómodo para el gobierno local así como para su aliado -Bildu- quien ha ayudado al PNV a aprobar muchas medidas impopulares como fueron el aumento de impuestos, el alargamiento de los créditos de la obra del Getxo Antzokia o la aprobación de la mayor subcontratación del personal municipal -el de la recogida de basuras y limpieza- a pesar de haber defendido siempre que la subcontratación de los servicios municipales conlleva una precarización en las condiciones laborales de los trabajadores, aparte de suponer un mayor coste para el Ayuntamiento y alejar el servicio del control municipal».

Precisamente la línea crítica de este diario digital ha llevado a varios vecinos del municipio a informarnos en privado que, a pesar de seguirnos con mucho interés, no pueden mostrar su apoyo al medio de manera pública por el miedo a las represalias.

El miedo de esas personas a posicionarse públicamente en favor de este medio crítico con un partido que lleva gobernando el municipio durante casi 40 años muestra el déficit de libertades que sufren muchos ciudadanos de Getxo en esta democracia donde en teoría los derechos y libertades están garantizados pero en la práctica esas libertades no son plenas. Hablamos, entre otros, del derecho de los ciudadanos a expresar libre y públicamente su apoyo o predilección por un medio de comunicación en concreto.