El Partido Popular de Getxo ha acusado esta mañana a Bildu de romper el grupo de trabajo que el Ayuntamiento formó con el objetivo de potenciar la participación ciudadana en el que se quiere modificar el Reglamento Orgánico Municipal (ROM).
La denuncia se genera a partir de una publicación por parte de Bildu de datos confidenciales tratados en las reuniones que mantienen los partidos políticos municipales y que forman parte del grupo de trabajo.
Según ha informado la portavoz popular de Getxo, Marisa Arrúe, hace cerca de año y medio se creó en el Ayuntamiento un grupo de trabajo, compuesto por todos los grupos municipales, con el objetivo de modificar el Reglamento Orgánico Municipal (ROM), que lleva sin revisarse desde 1985.
“Dentro de estas reuniones se recopilan datos e ideas, se trabaja un texto, se crea un borrador…es un trabajo interno. Se lleva a cabo dentro de una confidencialidad y lealtad entre los diferentes grupos. Más tarde, una vez consensuado el texto, se tramita por comisión y es entonces cuando se realiza una exposición pública”, ha explicado Arrúe.
El Secretario General del Ayuntamiento no considera ético que Bildu haga público lo tratado en dicho grupo interno
Sin embargo, según ha afirmado la portavoz popular, el grupo municipal de Bildu ha hecho público lo tratado en dicho grupo interno. Acto que, según el Secretario del Ayuntamiento, no resulta en ningún caso ético.
Así, el informe expedido por el Secretario General del ayuntamiento de Getxo indica que “la finalidad para la que se ha creado este grupo de trabajo requiere en mi opinión y según se desprende de la práctica parlamentaria, un grado de confidencialidad durante todo el proceso de discusión por su propia mecánica de trabajo […]”
El mismo informe apunta a que “las ponencias al configurarse como un grupo de trabajo donde se busca una discusión más ágil, […]precisan para conseguir esos objetivos generar un clima de confianza mutua que posibilite el acercamiento de posturas, […]. Ello exige trabajar bajo un régimen de discreción […].
Según tiene entendido el Partido Popular, tras una de las reuniones llevadas a cabo por este grupo de trabajo, Bildu se puso en contacto con el Secretario General para informarse sobre la posibilidad de hacer públicos los datos tratados en dicha reunión a lo que el Secretario respondió “que ante todo debían preguntar e informar al resto de partidos antes de hacerlo”.
“Haciendo caso omiso al Secretario, decidieron hacer públicos los datos y el borrador sin consultar a ningún otro partido. Incluso tras el informe detallado sobre la necesidad de confidencialidad y confianza en estos grupos de trabajo, Bildu insiste en hacer público lo tratado en las reuniones. Quiere imponer al resto de partidos su método de trabajo”, ha criticado Arrúe.
Los populares no formarán parte del grupo de trabajo “mientras Bildu imponga sus reglas y no se recupere la discreción y confianza que requieren este tipo de reuniones”.
La popular ha insistido en que no se trata de ocultismo de datos ni secretismos, sino de trabajar bien y pulir un borrador antes de hacerlo público ya que desde el comienzo de su trabajo hasta su elaboración final existen muchas modificaciones.
“Nos entristece que pudiendo haber llegado a acuerdos para modificar el ROM, ya obsoleto, y conseguir que la participación ciudadana sea real en nuestro Ayuntamiento, no se cumpla por culpa de la imposición de Bildu”, ha asegurado Arrúe.
De este modo, los populares han afirmado que “no formarán parte de este grupo de trabajo mientras Bildu imponga sus reglas y no se recupere la discreción y confianza que requieren este tipo de reuniones”.
La moderación ha saltado por los aires. Y con ella sale a la palestra la contradicción: no se puede defender el oscurantismo para negociar la participación ciudadana y la trasparencia política; no es de recibo atender las razones de ética al muy cuestionable secretario municipal, empleado sumamente capacitado en estar impelido para darlas. Me causa perplejidad que el PP reclame a terceros lealtad en lo que me temo es concomitancia con el oscuro y sempiterno nepotismo del señor Landa, denunciado acertada y reiteradamente por el grupo popular en tiempos recientes. La polisemia en nuestra lengua castellana no es goma de mascar. No se puede estirar por mucho que apliquemos lengua y mandíbula. Lealtad no es oscurantismo, aunque en ello puedan estar quienes se apliquen a ello con anuencia negociadora.
Sugiero no confundir churras con meninas. Al menos salvarnos del triste espectáculo. Dudo que las asociaciones de nuestro municipio tengan como meta, aún con ser de justicia, que su voz conste en las actas plenarias. Me temo que están en menesteres más urgentes y útiles. Otro tanto puedo decir de mi. Creo que la cuestión está más en el proceder democrático del mismísimo equipo de gobierno municipal. Lamento sufrir que goza de lealtades. Confiaba en coherencias.