Denuncian el poco interés que despiertan sus servicios entre quienes conforman las listas electorales para la Alcaldía del municipio.
Las bibliotecas municipales de Getxo han denunciado que de las 200 personas que conforman las ocho listas para la Alcaldía de Getxo en las municipales «solo 65 tienen carné -32,5%- de socias de nuestras bibliotecas”.
“Esta semana se celebran las elecciones municipales por lo que, desde las bibliotecas de Getxo, hemos tenido la curiosidad de saber cuántas personas candidatas a alcaldía y concejalías tienen el carné de socias de nuestras bibliotecas” han explicado.
Los resultados de esta investigación demuestran que de las 200 personas -no se han tenido en cuenta suplentes- que conforman las ocho listas solo 65 tienen carné -32,5%-.
No obstante, hay diferencias entre partidos. Hay una formación con un 56 % de carnets de biblioteca en su candidatura, dos con un 44%, otro con un 32% y dos más con un 24%. A la cola aparece un partido con solo un 20% y otro con un 16%.
Según han explicado desde las bibliotecas municipales, de las ocho cabezas de lista -por tanto “alcaldables”- tres no tienen el carné de socias/os de las bibliotecas municipales de Getxo.
Bibliotecas municipales Getxo: ¿Por qué despertamos un interés tan limitado entre quienes van a decidir las políticas municipales durante 4 años”
“A la vista de estos resultados, las personas que trabajamos día a día intentando mantener y mejorar el servicio de lectura pública municipal nos preguntamos por qué despertamos un interés tan limitado entre quienes van a decidir las políticas municipales durante 4 años” han denunciado.
“Desde aquí queremos animar a ese abultado 67,5% a acercarse a nuestros locales, a conocernos, a valorarnos y a ayudarnos a mejorar. A ver si dentro de cuatro años, cuando vuelva a haber elecciones municipales, conseguimos no solo un rotundo 100%, sino también un salto cualitativo en el servicio bibliotecario municipal, apoyado por una mayor implicación de nuestros políticos” han concluido.
Viendo la guerra que hay con los carteles de candidaturas que se presentan con carteles arrancados , ocupando las de zonas de otras candidaturas eso yo lo veía ni cuando iba al colegio ,
Lo extraño no es que no tengan carnets sino que tengan estudios
Algo y alguien está «fallando», sin duda alguna.
¿Qué y quiénes?
No lo sé. Quizás tod@s más de la cuenta.
Trataré de señalar algunas «pistas». Muy pocas, sin duda.
Las Bibliotecas y Aulas de Cultura no pueden ni «competir» siquiera, por ejemplo con los innumerables bares, cafeterías, txokos juveniles o no, y con otros establecimientos equiparables, que obstaculizan y polucionan cada día/noche más y con peor regulación, los espacios públicos y privativos que se deberían intentar «modificar» para proyectar modelos alternativos de vida social en el municipio, menos consumistas y no tan cuasi «anárquicos» como los actuales, dotados a su vez de opciones para la cualificación cívica y de posibilidades educativas para enriquecimiento individual y familiar.
En efecto, no pueden «competir» ni en horarios por ejemplo. Cualquier día y casi a cualquier hora, es mucho más fácil encontrar las puertas abiertas de un bar y similares, de un campo de fútbol o incluso de una iglesia, antes que poder hacer algún uso algo más y mejor organizado, en cualquiera de los espacios culturales específicos ya existentes, pero sujetos a unos usos y horarios mucho más restringidos.
¿Acaso los días festivos para las personas que así lo fueren, no son hábiles para ejercitar activades sociales, políticas y culturales no consumistas?
Nos sobran alcohólic@s no tan anónim@s, (grave enfermedad drogodependiente muy extendida), cientos de repetitivas pantallas de televisión estupidizante y miles de máquinas tragaperras. En cambio, hacen mucha falta, por ejemplo, apropiad@s monitores/as para generar y dinamizar actividades bien insertadas en la vida social, adaptando incluso unos espacios bien diseñados al respecto.
Si no somos capaces de «inventar la pólvora», aprendamos al menos a «copiar» adaptativamente fórmulas que en otros lugares ya se utilicen.
No toda actividad social debe organizarse con exclusivos o iniciales objetivos comerciales directos. Un ejemplo: «salones» donde, entre otras posibles actividades colectivas, lúdicas o no, también se pueda conversar en voz normal, sin consumir nigún tipo de droga. Otro: guarderías infantiles públicas, para «liberar» a muchos aitites y abuelas de la «nueva interdependencia generacional» cada vez más dictatorial.