Tras su cierre al público el pasado día 27 de julio, la gasolinera de Algorta se encuentra vallada por motivos de seguridad. El siguiente paso será el desmantelamiento de las instalaciones. Dichas tareas se llevarán a cabo desde el 1 de agosto, aunque ya se han retirado algunos elementos como el enorme panel que se situaba próximo a la parada de bus -donde se anunciaba diariamente el precio de los combustibles- así como los rótulos e indicativos que envolvían y decoraban la estructura y el techo del surtidor.
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