Durante más de 30 años el Kiosko se convirtió en un símbolo de Santa María de Getxo pero el Ayuntamiento decidió no renovar la concesión y proceder a su eliminación.
El mítico Kiosko de La Venta en Santa María de Getxo desapareció hace unos meses. Algunos vecinos de la zona lo echan de menos porque tras casi 32 años ubicado en el lugar, se convirtió en un símbolo del municipio. Un símbolo que las autoridades municipales no han protegido.
El Ayuntamiento de Getxo decidió no renovar la concesión después de que su propietario cerrase la persiana el 30 de abril de 2012 al no poder traspasarlo y después de muchos años al frente del negocio. Fue Alberto Lubian -un hombre de negocios que nació en Neguri el 12 de Abril de 1942- quien consiguió en 1980 que el Ayuntamiento de Getxo le otorgara la concesión de un Kiosko de revistas y chucherias, junto a “La Venta” de Santa María de Getxo. La instalación le supuso 2,5 millones de aquellos años y fue el 4 de Diciembre de 1980 cuando su propietario abrió por primera vez la persiana.
Tal y como ha publicado el blog Memorias de Getxo, «el viejo Kiosko de la Venta, en Andra Mari (Getxo), es un lugar de relación de muchos vecinos de la zona por donde pasaron tantos politicos locales como escritores». Sin embargo, el 30 de abril de 2012 su propietario cerró la persiana por última vez.
En la actualidad, aquel kiosko de «La Venta» ha desaparecido y varios vecinos reclaman que «devuelvan el Kiosko al barrio».
Fuente: blog Memorias de Getxo.
Este alcalde no tiene ni alma ni carácter getxotarra y tampoco ningún respeto por los símbolos y tradiciones del pueblo cuando se carga los fuesgos articiales de Algorta, permite la retirada del mítico kiosko de «la venta» y cuando opta por romper el paisaje arquitectónico del municipio con edificios descomunales como el Getxo Antzokia o la Kultur Etxea de Romo, que no pintan nada. Todavía está por ver qué pasará con el Kiosko de música que había tradicionalmente en la Plaza San Nicolás, pero tengo entendido que también se lo cargará… Landa acabando con todos los símbolos y las señas de identidad de este pueblo, al mismo tiempo que lo está convirtindo en un pueblo sin personalidad.