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EH Bildu propone convertir el edificio Tangora en la ‘Casa del Euskera’ sin consultar a la ciudadanía de Getxo

EH Bildu ha presentado una moción en el Ayuntamiento de Getxo -para el Pleno municipal del jueves 29 de mayo- con la propuesta de transformar el edificio municipal Tangora Etxea, actualmente en desuso, en la llamada “Casa del Euskera”. Lo que, en apariencia, se presenta como una propuesta en favor del euskera, esconde una forma de imponer un modelo cultural e ideológico sin contar realmente con la ciudadanía ni valorar usos alternativos para un bien común de todos los getxotarras.

La coalición independentista habla en su moción de “procesos participativos” y de trabajar “junto a las asociaciones que ya operan en el ámbito del euskera”, pero elude de forma deliberada la participación directa de la ciudadanía en la definición del futuro de Tangora Etxea. En otras palabras, EH Bildu ya ha decidido de antemano qué hacer con ese edificio, limitando la supuesta participación a los colectivos afines a su propuesta lingüística e ideológica. Al parecer, una consulta abierta a los vecinos de Getxo sobre qué uso quieren darle a ese espacio público no está entre sus planes.

Imponer un único uso —además claramente ideológico— para un edificio público tan céntrico como el edicio Tangora es reducir la diversidad del municipio de Getxo a un monocultivo cultural.

La propuesta de EH Bildu tampoco incluye una memoria económica clara. Habla de “dotar al proyecto de recursos técnicos y presupuestarios” sin concretar cifras ni valorar el impacto que tendrá en las cuentas municipales. En un contexto donde Getxo tiene otras prioridades —como el acceso a la vivienda, la atención a mayores o el impulso del comercio local—, destinar una inversión indefinida a un proyecto identitario plantea dudas sobre la responsabilidad política de quienes lo proponen.

Transformar un edificio público en un centro exclusivo para el euskera sin contar con una consulta ciudadana previa, ni valorar propuestas alternativas, ni detallar la viabilidad económica del proyecto, convertiría lo que puede ser una oportunidad de cohesión en un nuevo ejemplo de sectarismo institucional.