El Ayuntamiento de Getxo ha compartido su primera valoración del uso del nuevo centro Tiki Toki, y lo ha hecho con un tono marcadamente optimista: 70 actividades realizadas, 6.675 participantes y una media de más de cuatro actos por fin de semana. Pero un análisis mínimamente riguroso de los datos revela que, lejos de ofrecer una imagen clara del funcionamiento del equipamiento, lo que se ha presentado es una lectura incompleta, descontextualizada e incluso engañosa.
Para empezar, el Ayuntamiento asegura que el centro “se abrió al uso de las entidades deportivas el 15 de marzo”, ignorando —de forma difícilmente justificable— que la inauguración oficial del Tiki Toki Zentroa tuvo lugar el 11 de febrero, coincidiendo con la entrega anual de los premios deportivos Getxo Sasoi Sasoian. El centro fue presentado entonces como plenamente operativo y abierto al uso público. Esta alteración deliberada de la cronología no es un detalle menor. Al reducir artificialmente el periodo de análisis, se busca aumentar la media semanal de actividades y presentar una ocupación más elevada de lo que en realidad ha sido.
Además, el informe no detalla qué tipo de actividades se han celebrado. Se agrupan bajo el mismo epígrafe “eventos, reuniones, presentaciones o celebraciones” actos de naturaleza muy distinta, lo que impide valorar su impacto real. No se distingue entre reuniones internas y actividades abiertas al público, ni se proporciona información sobre la duración, número de participantes o el tipo de público atendido.
El número de 6.675 asistentes también carece de contexto. No se aclara si se trata de personas únicas o si se contabilizan múltiples veces a los mismos participantes. Sin ese dato, la cifra resulta más propagandística que útil para el análisis.
Otro aspecto preocupante es la falta de transparencia respecto al uso del centro por parte de “empresas e instituciones de diferentes ámbitos”, lo cual plantea dudas sobre la naturaleza pública del equipamiento. Si parte de su uso responde a intereses comerciales, esa información debería estar claramente detallada.
El comunicado concluye con una afirmación sin fundamento empírico. Nos referimos a cuando indican que “la valoración es muy buena” tanto por parte de Getxo Kirolak como de las entidades usuarias. Sin encuestas, informes ni testimonios públicos, esta declaración tiene escaso valor informativo y se presenta más como una consigna política que como una conclusión contrastada.
En resumen, el Ayuntamiento ha optado por presentar una versión parcial y sesgada del uso del Tiki Toki Zentroa, con cifras sin contexto, valoraciones sin base y una cronología manipulada para reforzar artificialmente la percepción de éxito. Esta forma de comunicar no solo impide una evaluación honesta del centro, sino que debilita la confianza en la gestión municipal de los equipamientos públicos.
