El vídeo de ayer en el que se muestra a un musulmán rezando en medio del parque Satistegui de Algorta, tras limpiarse los pies en la fuente pública del lugar, se ha convertido en viral y motivo de discusión en las redes. Sin embargo, frente a quienes ven esta acción como un hecho inofensivo y lo defienden con el argumento de que «no debemos interferir en las creencias de cada uno», hubo quien rebatió de forma impecable estos argumentos en el chat de Telegram del Diario de Getxo. Desde nuestro medio hemos considerado importante destacar dicha posición en favor de nuestro modo de vida y nuestras tradiciones. Puedes leerlo a continuación:
Lo que sucede a nuestro alrededor nos afecta. La gente no vive en una burbuja para poder decir «las creencias de cada uno son las suyas y no podemos interferir». No, podemos y debemos interferir, porque estas personas creen, por ejemplo, que la sharia está por encima de la ley secular, que su cultura y tradiciones están por encima de las nuestras. No sufren de relativismo cultural, a diferencia de ti. Creen que tú y todos tus amigos y familiares son descendientes de colonizadores que ahora viven en la opulencia porque fueron despojados en el pasado (aunque esto está lejos de ser cierto). Y cuando hay demasiada gente con sus mismas ideas, de repente te das cuenta de que, en realidad, estás muy influenciado por sus creencias (aunque no debería ser así, porque sus creencias son asunto suyo). Empezarán a insultar a tu hija/hermana porque creen que lleva una vestimenta demasiado reveladora (camiseta y pantalones cortos), pararán el transporte público porque necesitan rezar aquí y ahora, y una noche te despertarás con un grito desde el minarete y te preguntarás: ¿de verdad sus creencias no son asunto mío?
P.S. Sí, y si las creencias de quienes viven a tu lado no son asunto tuyo, ¿por qué a gente como tú le importa tanto lo que le pasa a la gente de Palestina, que vive a 3500 kilómetros de distancia?




