La Avenida de Algorta, una de las calles más transitadas, es un quebradero de cabeza tanto para conductores como para peatones. Así lo denuncia un vecino, que asegura haber presenciado situaciones de riesgo provocadas por una señalización contradictoria y peligrosa.
Al inicio de la Avenida de Algorta (continuación de Sarrikobaso) hay un semáforo y paso de peatones regulado. Sin embargo, apenas unos metros después aparece una señalización horizontal que otorga prioridad peatonal a toda la calzada, a la que se suman otros pasos de cebra pintados en el suelo. Para algunos vecinos, la convivencia de varias normativas —semaforización, prioridad peatonal y la existencia de varios pasos de cebra— es “incomprensible”.
Un suceso que ha tenido lugar hoy mismo sirve de ejemplo para explicar lo que ocurre: con el semáforo en verde para los coches, a unos 4 o 5 metros más adelante una mujer (peatón) cruzaba la calzada convencida de que tenía preferencia por ser zona con prioridad peatonal. Una conductora, sorprendida, ha tratado de esquivarla, y la escena ha terminado en una fuerte discusión. “La señora viandante le gritaba que no sabía leer, que la prioridad era suya”, relata el vecino.
La queja no es nueva. “En varias ocasiones he parado a agentes de la Policía Municipal para comentarles las anomalías, pero se lavan las manos. Dicen que no va con ellos”, lamenta el denunciante. La pregunta que lanza es tan clara como inquietante: “¿Cómo actuaría un juez si se produjera un atropello en esta calle?”
Lo que hoy son discusiones podría convertirse mañana en una tragedia con consecuencias legales imprevisibles.
Mientras muchos peatones cruzan convencidos de tener prioridad, los conductores avanzan con el respaldo de un semáforo en verde.
Una mezcla explosiva que para algunos vecinos requiere de una intervención inmediata de las autoridades locales.
