El Ayuntamiento de Getxo ha decidido promocionar con entusiasmo en sus canales oficiales la participación de cuatro jóvenes del municipio en la llamada Cumbre Antirumores, que en esta ocasión se celebrará en Granadilla de Abona (Tenerife), con la participación de jóvenes de 14 a 21 años procedentes de diez ciudades de España. El encuentro pretende vender como “riqueza cultural” lo que millones de españoles vemos cada día como un grave problema de seguridad y descontrol migratorio. En Getxo este fenómeno ha traído un grave problema de delincuencia que no cesa.
El cinismo es mayúsculo: elegir Canarias, la región más golpeada por la llegada masiva de inmigrantes, para difundir un discurso que niega la realidad y maquilla la invasión que sufre nuestro país.
Mientras los canarios soportan la saturación de servicios y la inseguridad, el consistorio de Getxo se dedica a hacer de altavoz de un espectáculo ideológico que ofende a los ciudadanos. No es un programa juvenil, es propaganda disfrazada de diversidad.
Los vecinos merecen instituciones que se ocupen de sus problemas reales, no que utilicen los medios oficiales para blanquear una crisis migratoria que amenaza nuestra cohesión y nuestra seguridad. Ya lo estamos viendo en Getxo, que sufre especialmente la grave lacra de la delincuencia importada provocada por el fenómeno desbocado de la inmigración ilegal.




