La última reforma de la Calle Mayor de Las Arenas —en el tramo comprendido entre el Puente Colgante y el antiguo local de la joyería Gomis— sigue generando malestar entre los vecinos. Muchos residentes lamentan el resultado de unas obras que, según denuncian, “han dejado la calle peor que antes”.
Las quejas se repiten entre quienes viven o transitan a diario por la zona. Critican especialmente las plazas de aparcamiento, que consideran demasiado estrechas. “Tienes que meter la rueda en el sumidero de agua para poder aparcar, si no, el coche no entra”, comenta un vecino.
También apuntan a la instalación de maceteros sin plantas, colocados —según interpretan— únicamente para impedir que los vehículos invadan la acera. “Son un simple obstáculo: están torcidos, vacíos y se han convertido en pequeños basureros”, lamentan.
Otro de los aspectos que más desconcierta a los residentes es el pavimento recién colocado, que aseguran da la sensación de tener “décadas de antigüedad”. “La baldosa parece porosa, vieja, como si tuviera 30 años”, describe un residente.
Además, algunos vecinos critican la ubicación de los contenedores de basura frente al número 4, donde —aseguran— dificultan la visibilidad del paso de cebra. “No entendemos por qué tenemos contenedores justo delante de casa cuando en las calles Amistad y Barría ya hay otros muy cerca”, comenta otra residente.
