Los vándalos destrozaron abundantes retrovisores de vehículos estacionados, volcaron contenedores y rompieron porteros automáticos.
La celebración de los carnavales en Getxo el pasado fin de semana dejó un reguero de destrozos en la zona de Neguri que el Ayuntamiento ha ocultado. Contenedores volcados, porteros automátivos rotos y la mayoría de los vehículos estacionados en la Avenida de Neguri con los retrovisores destrozados. Ese es el panorama que se encontraron los vecinos de la zona en la mañana del domingo día 9 de marzo. «Nos parece alucinante que el Ayuntamiento no haya dicho ni mu sobre estos actos vandálicos» ha denunciado una vecina. En el barrio no se habla de otra cosa.
Casi cinco días después todavía hay vehículos dañados por las acciones de los delincuentes en aquella noche de carnaval en toda la Avenida. «En algunos casos arrancaron la carcasa o cubierta del retrovisor y los ponían encima del coche y en otros se dedicaron a dejarlos colgando» ha explicado una de las afectadas. «Muy pocos coches se salvaron, prácticamente toda la hilera de coches que estaban aparcados aquella noche en esa calle sufrieron daños» ha declarado un comerciante quien ha asegurado que «destrozaban todo lo que se encontraban a su paso».
La Avenida de Neguri es la calle que conecta la Estación de metro de Neguri con la zona de Ereaga por lo que todo indica que los culpables de los destrozos fueron personas que vinieron de fuera en metro con motivo de los carnavales de Algorta.
Robos con intimidación en Arrigunaga
Por otro lado, los vecinos también han denunciado a este medio que durante la misma noche, en la zona de Arrigunaga -lugar donde se reúne gran número de jóvenes todos los años para celebrar el carnaval-, se registraron abundantes robos con intimidación. «Un grupo de varones emplearon porras y navajas con el fin de intimidar a algunos jóvenes para arrebatarles sus pertenecias» nos han explicado. «En algunos casos incluso lo consiguieron» matizaban. «¿Dónde está la seguridad?, ¿Dónde está la policía?» ha preguntado la madre de uno de los jóvenes que acudió a Arrigunaga. «Antes podíamos salir tranquilos por la noche en este pueblo, pero ahora la inseguridad es enorme sobre todo cuando hay este tipo de festejos» ha concluido.