Sede de la Ertzaintza en Getxo

 

La agentes de la Policía local no fueron informados de la desaparición hasta horas más tarde. Asimismo, los municipales tuvieron que hacerse con la foto de la desaparecida de manera extraoficial.

Los agentes de la Policía local de Getxo que estuvieron de servicio durante la noche de los carnavales de Algorta no tuvieron información de la desaparición de la menor de 13 años –cuyo cadáver fue encontrado a la mañana siguiente en una zona rocosa del acantilado de La Galea– hasta horas después de que la familia de la menor denunciase su desaparición sobre la medianoche del sábado.

Además, los agentes tardaron en hacerse con la fotografía de la persona desaparecida puesto que tuvieron que hacerse con ella gracias a que un patrullero de la policía autonómica les hizo llegar, por whatsapp y de manera extraoficial.

La niña se había despedido de unas amigas en la estación del metro de Bidezabal en torno a las diez menos cuarto de la noche del sábado. Y desde ese momento se le perdió la pista. Según ha podido conocer el Diario digital de Getxo, en aquella noche había un gran número de agentes locales por la zona de Bidezabal y Arrigúnaga, pero ninguno de ellos contaba todavía con la fotografía de la menor.

Siempre quedará la duda de si el fatal desenlace habría podido evitarse en caso de que alguno de ellos la hubiera reconocido.

Asimismo, a los vigilantes del metro les pasaron la información a las 09:00 de la mañana del día siguiente, cuando hacía horas que se había quitado la vida.

Descoordinación

Este hecho vuelve a sacar a la luz la gravedad de que no exista una coordinación real entre ambos cuerpos policiales.

La Policía autonómica está acostumbrada a no informar de los casos que pueden llegar a ser mediáticos confiada en que puede resolverlos por sí mismo sin hacer mucho ruido. De hecho, según ha conocido esta redacción, aquella noche la Ertzaintza estaba segura de poder resolver el caso de la desaparición encontrando a la chica. Sin embargo, el final no fue como esperaba y el caso se le fue de las manos a la Policía vasca.

Aun así, no solo hubo falta de coordinación entre cuerpos policiales. Otro aspecto especialmente grave fue que, a pesar de que se anunciaron 10 patrullas de la ertzaintza de refuerzo el día de la desaparición, finalmente no llegó ni una sola, según ha podido conocer el Diario Digital de Getxo.