El Departamento de Patrimonio Cultural, así como el arquitecto municipal del Ayuntamiento de Getxo han emitido informes favorables al proyecto de convertir el Palacio Arriluce en un hotel.
Según ha informado el Equipo de Gobierno, «tanto Patrimonio con el Ayuntamiento velarán por el cumplimiento de los requerimientos exigidos» para que los elementos que se incorporen (muros, terrazas, etc.) tengan un tratamiento paisajístico que lo integre con el entorno dominando elementos vegetales como ocurre con el resto de palacetes de la zona.
El palacio Arriluce es uno de los más originales y máximos exponentes de la arquitectura doméstica dirigida a la alta burguesía de Vizcaya en el cambio de siglo.
Fue diseñado dentro de un revivalismo medieval neogótico que recuerda al estilo Reina Ana. Está rodeado de hermosos jardines en talud delimitados por muros de contención con arcadas ciegas, cuya puerta de acceso y contigua vivienda del portero, son obra que Manuel María Smith realizó, en 1912, en estilo medievalista pero de inspiración castellana. Su posición topográfica, y su aspecto medieval y grandilocuente le confieren un aspecto muy teatral. Es un edificio exento construido totalmente en sillería. Está situado sobre el escarpe del acantilado, y por lo tanto, su planta es muy irregular. Las cubiertas son complejas, quebradas, y a veces, aterrazadas.
La fachada principal, de perfil muy movido, está compuesta por dos torres esquineras asimétricas, una escalonada y la otra almenada, unidas por un cuerpo central retranqueado. Resuelve su alzado en sótano, planta baja, una altura y ático, en los que se organizan cinco ejes principales de vanos de variadas formas y decoración. De ellos se destacan, en la planta baja, un soportal adintelado sobre columnas y dos miradores poligonales en los muros laterales de las torres.
El primer piso se halla recorrido por una terraza que, interrumpida por los cuerpos de las torres, continua en los laterales sobre los miradores antes mencionados. Los accesos son adintelados y aparecen decorados con alfices barrocos y dos escudos.
En la torre lateral derecha sobresale un mirador volado trapezoidal de gusto inglés. La fachada contraria, con el acceso principal, es de decoración más sobria y en ella dominan los ejes verticales. Destaca el gran ventanal de seis cuerpos en el centro y el porche de entrada, exento y con arco rebajado de dovelas marcadas .
El arquitecto del palacio, José Luis Oriol, trató de construir un edificio de planta irregular lograda por la adición de múltiples cuerpos, en parte articulados a través de un gran hall de dos pisos.