Los llamados “tramos compartidos” para bicicletas y vehículos habilitados por el Ayuntamiento de Getxo hace algo más de un año con intención de ampliar la red de carriles-bici (bidegorri) en el municipio no terminan de cuajar entre la población por el peligro que entrañan sobre todo para los ciclistas.
Además, la pintura blanca empleada para dibujar la imagen de una bicicleta y unas bandas diagonales -cuyo sentido desconocen muchos ciudadanos- en la calzada se van desgastando con rapidez. Precisamente, llenar las carreteras del municipio con dicha pintura costó más de 158.000 euros el año pasado.
Según el Ayuntamiento, dichas bandas laterales tienen por objeto redireccionar a los ciclistas al centro de la calzada. Sin embargo, muchos vecinos y ciclistas creen que indican la línea por la que deben pisar los usuarios de las bicicletas.
Hasta ahora los trazados de los bidegorris existentes en el municipio separaban el carril de los ciclistas del de los automovilistas mediante la creación de un bidegorri o carril específico para ciclistas. Pero el consistorio decidió el año pasado enlazar los distintos tramos incomunicados de bidegorris mediante trazados donde vehículos y bicicletas -incluso peatones en algunos casos- tuviesen que convivir.
Durante la presentación de la ampliación de la red de carriles-bici el Alcalde de Getxo Imanol Landa apeló “al civismo, a la paciencia y a la tolerancia de los vecinos para garantizar la convivencia de conductores y ciclistas”.
Casi una decena de ciclistas heridos en menos de un año
En menos de un año casi una decena de ciclistas han sufrido algún accidente o atropello en Getxo.
4 de septiembre 2014. Un vecino de Getxo, de 64 años de edad, resulta herido de gravedad en Las Arenas, al ser arrollado por un coche mientras circulaba en bicicleta. El suceso tiene lugar a las 10:36h. cuando un turismo que circula por la calle Eduardo Coste, dirección Leioa, colisiona con el ciclista. El herido, que al parecer presenta un fuerte golpe en la cabeza es trasladado a Cruces por una ambulancia de Osakidetza.
21 de septiembre 2014. Un ciclista es trasladado al hospital de Cruces tras sufrir un accidente de tráfico en Las Arenas junto al Puente Colgante, según ha informado el 112.
23 de noviembre 2014. Caída de ciclista en la calle Ollarretxe de Getxo, según el 112. Es trasladado al hospital de Basurto.
23 de noviembre 2014. Trasladada al hospital de Cruces una ciclista herida por caída en Arriluce, según el 112.
30 de diciembre 2014. Herido un ciclista al ser atropellado en Getxo en la rotonda de Artaza, entre Leioa y Getxo. Al parecer, el hombre es arrollado por un coche y queda tendido en la calzada.
21 de abril 2015. En la rotonda de Mimenaga atropello a un ciclista. Informa el 112.
2 de mayo 2015. En la calle Salsidualde de Getxo un ciclista sufre una caída y es evacuado al hospital de Cruces
7 de mayo 2015. Ciclista atropellado en Getxo por turismo. Es evacuado al hospital de Cruces. Informa el 112.
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Que desastre!
unos bidegorris como dios manda por favor! y donde sea inevitable, ambos medios, bicis y coches, habrán de convivir. Con civismo y prudencia deberíamos estar todos contentos.
Esto que se le ocurrio al ayunta, es una basura, no sabemos como se usa y solo hace mas que manchar la carretera y confundir. si esque eso pasa por hacer las cosas a lo loco y sin preguntar.
un saludo y animo con la web! me encanta el cambio de imagen!
Esto es manchar el suelo por manchar. Todas las carreteras y calles son compartidas por coches y bicicletas. Con educación y respeto, queda regulado.
Gastar dinero público es el «recurso publicitario» más fácil y tentador, para una
Administración que no sabe ni puede, y sobre todo no quiere arriesgarse a proponer alternativas más audaces y coherentes al difíci problema de la triple convivencia: peatones, bicicletas y vehículos.
A los primeros, todo el espacio les resulta muy útil y cómodo, en especial cuando se combine adecuadamente su condición específica de paseantes con unos medios mecánicos (escaleras, ascensores, rampas deslizantes y otros) y con un transporte público casi inexistente, que goce de adecuadas vías preferentes de circulación y parada.
A las segundas, sería apropiado proporcionarles vías de circulación seguras para sus desplazamientos de media y larga distancia. En los desplazamientos más cortos, podrían y deberían aprender a compartir espacios con los primeros, los peatones, otorgándoles siempre máxima prioridad y respetándola en base a una extremada moderación de la velocidad.
Para los terceros, los vehículos a motor, sería necesario conocer su número, domicilio, dimensiones y usos, para determinar mejor los espacios a habilitar para sus necesidades, que más bien resultan hoy en día exigencias cuando no privilegios sobre el resto. Es preciso conocer el parque de vehículos del municipio. Su frecuencia de utilización real y la finalidad de la misma. Haciendo clara y determinante distinción entre los que se utilicen a diario en forma «particular» o «privada», y los que se destinen a actividades y labores comerciales u otras. El proceso de recaudación de los impuestos, mejor organizado y más orientado hacia ello, podría ser útil para conocer mejor el parque municipal y otros muchos aspectos del mismo.
Sin datos ni mínima información que nos aproxime a la realidad, es prácticamente imposible regular nada con eficacia. Además, es ineludible afrontar «políticas» audaces al respecto, pues en todo caso será «impepinable» determinar, ejecutar y hacer cumplir normas que entrañen y pretendan prioridades y subordinaciones.
Los peatones solo necesitan espacios, en todo caso protegidos frente a la climatología.
Las bicicletas, salvo que -¿por qué no?- se «institucionalizaran» como otro medio público más de transporte discrecional (a organizar y regular), lo que más precisan es protección contra los «tiburones motorizados».
Los vehículos a motor demandan garajes, estacionamientos libres y de pago, vías de circulación, semáforos, pasos de cebra, señalizaciones horizontales y verticales, zonas para carga/descarga, y otras muchas exigencias. Además, usan y abusan constantemente de su exclusiva «potestad» de parar/estacionar en doble o triple fila, desde que Ford nos fabricara su primer invento.
La solución total no existe. Luego no es aconsejable gastar tiempo ni más dinero en encontrarla. Mejorar, y mucho, la deplorable realidad presente, no solo es posible sino una obligación que el Ayuntamiento, entre otros, no debería prentender abordar solo con parches aquí y allá.