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Del sorpasso al tortazo

Miguel Malo
Miguel Malo. Periodista.

La coalición Unidos Podemos ha perdido más de un millón de votos respecto al 20 de diciembre, uno de cada seis. La estrategia de Pablo Iglesias se puede calificar como un descalabro. A él, que le encanta Juego de Tronos, le habrá sentado como una patada en el culo la jugada que le ha hecho Mariano.

¿Y por qué este fracaso? Mientras el PSOE ha gastado todos sus esfuerzos en evitar el sorpasso, UP se ha intentado mostrar como la segunda opción, y ambos han perdido de foco al partido de la gaviota. Probablemente, también los resultados de las encuestas han hecho que muchos dudosos acabasen votando al PP al ver a UP tan cerca, así como que Pablo Iglesias haya optado por una estrategia más tranquila y menos arriesgada al verse ganador.

Otra de las razones puede ser la imagen del líder de Podemos, quien es el peor valorado solo superando a Rajoy. Está claro que es una persona brillante, pero su aspecto y forma de ser le quitan votos. Su imagen de estratega, de malhumorado, o puede que su coleta hacen que pierda apoyo entre sus votantes.

También podría ser una razón la alianza con IU, o el cambio de ideas del partido desde una postura más radical en sus inicios hacia una más moderada actualmente. Pero para mí hay una razón de peso por encima de todas las anteriores.

España está sufriendo una fuerte división entre un bloque más joven y otro de mayor edad

Casi el 70% de los jóvenes no confía en los medios de comunicación españoles. En cambio, en franjas de edad superiores a los 50 años la credibilidad otorgada a los medios aumenta notablemente. Es importante distinguir que no es lo mismo influencia que credibilidad. Los medios de comunicación en España tienen poca credibilidad, pero mucha influencia. Así pues, los medios influyen enormemente a la hora de construir la opinión pública de la sociedad.

Según los datos, entre menores de 40 años apenas hay votantes de PP y PSOE. Entre los mayores de 50, es muy difícil encontrar votantes de Podemos y Ciudadanos. Si hilamos esto con el dato referente a la credibilidad de los medios, estamos ante una relación de causalidad.

La gente ha votado no al cambio, pero no de forma homogénea o unánime, sino de una forma totalmente polarizada. España está sufriendo una fuerte división entre un bloque más joven y otro de mayor edad. Si a esto le sumamos que la previsión es que España sea un país cada vez más envejecido (ya es el tercero de la UE) y que la gente joven opta por irse fuera, ¿cuál es la esperanza de cambio?

Ante el miedo, la gente se vuelve conservadora, y la campaña del miedo llevada a cabo por los medios ha dado sus frutos

Ante el miedo, la gente se vuelve conservadora, y la campaña del miedo llevada a cabo por los medios ha dado sus frutos. No es normal que durante seis meses los medios hayan hablado más de Venezuela que de España. No es normal que constantemente se vincule con el terrorismo o con la dictadura a un partido surgido del 15-M, probablemente una de las mejores cosas que han ocurrido en España en mucho tiempo. Mentir está premiado en nuestra sociedad.

Si ganan por un amplio margen con Mariano a la cabeza, ¿cuáles serían los resultados si el partido fuese liderado por una persona competente? Arrasarían. Nuestra sociedad prefiere lo malo conocido que lo bueno por conocer. Pero entonces no valen las quejas.