Se han construido pantallas desde el Aliviadero hasta la altura de Errekagane nº 9.
La obra de acondicionamiento hidráulico y mejora ambiental del Río Gobela, en el tramo Errekagane, es una obra que está ejecutando la Agencia Vasca del Agua —dependiente del Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco– y que duplicará la sección hidráulica actual de este tramo pasando de 6 metros a 11 metros de anchura, con una profundidad de 4 metros.
Esta obra corresponde a la fase III del proyecto de acondicionamiento del río, y su importe es de 14.005.640,31 €. Su plazo de ejecución es de 30 meses, distribuidos en 18 meses para la ejecución del tramo Aliviadero Cristóbal Valdés-La Avanzada y 12 meses desde La Avanzada hasta el Puente de Leioa. Hablamos de una actuación a lo largo de 762 metros—de los cuales 200 se encuentran actualmente en cobertura—que atraviesa una trama urbana muy densa.
Trabajo realizado
Durante el primer trimestre de este año se ha trabajado en el parque de obra; la reposición de los servicios afectados en el primer sector, así como la definición de las 10 fases en las que está dividida esta primera parte de la obra (Aliviadero Cristóbal Valdés-La Avanzada), fases que fueron presentadas a la Comisión informativa especial de Inundaciones de Getxo el pasado 18 de abril. En concreto, se ha concluido la primera de las 10 fases de la obra del tramo Aliviadero Cristóbal Valdés-La Avanzada y ha consistido en la construcción de las pantallas desde el Aliviadero hasta la altura de Errekagane nº 9.
Según Íñigo Ansola, Director General de URA, este trabajo “ha supuesto la necesidad de extraer 910 m3 de arenas, inyectar 910 m3 de lodos bentoníticos, la utilización de 90 toneladas de armadura, el transporte y puesta en obra de 910 m3 de hormigón, en un espacio muy reducido para una obra de esta entidad, ya que el espacio habilitado para el parque de maquinarias es de aproximadamente 1.400 m2, donde el trabajo se tiene que realizar unidireccionalmente, lo que nos lleva a tener que secuenciar cada movimiento de obra, tratando de que las molestias a la ciudadanía sean las menores.”
Ansola ha requerido encarecidamente paciencia al vecindario por las molestias que las obras pudieran ocasionarles: “Soy totalmente consciente de los inconvenientes que generan este tipo de obras. Estamos tratando de comunicarles puntualmente los trabajos que se están realizando, las molestias y afecciones que estamos generando, pero permítanme que les diga que merece la pena, pues con ella desaparecerán los problemas de inundaciones a las que están ustedes sometidos periodicamente. La capacidad hidráulica de esta zona es insuficiente para las avenidas recurrentes y es deber de todos solucionar esta situación.”