La tranquilidad de la playa de Ereaga, en Getxo, se vio interrumpida en la jornada de ayer miércoles tras el aviso de un ciudadano que permitió frustrar un robo cometido a plena luz del día. Un bañista sufrió la sustracción de su mochila mientras se encontraba en el agua, un descuido que fue aprovechado por un individuo que huyó rápidamente del lugar tras apoderarse de las pertenencias ajenas.
El suceso tuvo lugar poco después de la una de la tarde, cuando una persona alertó a la Ertzaintza tras presenciar cómo un varón se apropiaba de una mochila colocada junto a un muro en la playa. La víctima, ajena al robo mientras disfrutaba del baño, fue informada por los agentes que acudieron inmediatamente a la zona para recabar los detalles de lo sucedido y dar comienzo a la búsqueda del sospechoso.
Otra patrulla localizó en el cercano parque de María Cristina a un individuo que coincidía plenamente con la descripción física aportada. En su poder llevaba una mochila cuyo contenido dejó clara la autoría del hurto: una cartera con documentación y dinero pertenecientes al bañista, así como un teléfono móvil, un reloj, gafas, ropa y auriculares.
Sin embargo, lo que llamó aún más la atención de los agentes fue que el detenido portaba además un segundo teléfono móvil.
Las indagaciones revelaron que este otro dispositivo había sido sustraído esa misma mañana de una furgoneta de reparto mientras el trabajador se encontraba realizando su labor en el término municipal de Getxo.
Así, se ha conseguido devolver todos los objetos robados a sus legítimos propietarios, un hecho muy poco habitual teniendo en cuenta el elevado número de robos que se producen en esta época del año en la playa de Ereaga. Un lugar con la tasa de robos más elevada de todos los arenales de Vizcaya.
El autor, un hombre de 34 años con antecedentes por delitos contra la propiedad, fue finalmente detenido por agentes de la Ertzaintza. Se encuentra a la espera de pasar a disposición judicial tras la tramitación de las diligencias pertinentes.
