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A nuestros líderes del futuro

Roque
Roque Adrada

Permítame el lector que le confiese, que tiendo a evitar y huir de los autores de “libros de aeropuerto” que suelen dar grandes consejos personales y profesionales para conseguir el “éxito” en la vida. Suelo huir, porque la vida de cada uno de los individuos es radicalmente diferente y tiene unas características únicas que hacen  difícil dar grandes consejos generales a toda una población.

A pesar de mi recelo a este tipo de “recetas generales” hace unos días, para despejarme de los papeles de Panamá (ministro Soria incluido), imputaciones a líderes del PP,  cargos a dedo de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona,  cambios de Pedro Sánchez para gobernar a toda costa (la historia lo llamará “el veleta”), me puse a leer una conferencia de Mr. Jack Ma, fundador y presidente ejecutivo de la corporación Alibaba. Su intervención es de lo mejor que he podido leer en los últimos años sobre recomendaciones y consejos a los jóvenes, que serán nuestros mejores líderes del futuro:

Uno: “Antes de los 20 años sé un buen estudiante y trabaja para conseguir experiencia profesional”.

Dos: “Antes de los 30 años sigue a alguien al que admiras y trabaja para una empresa pequeña, una empresa grande te enseñará de procesos, pero una empresa pequeña, te transmitirá la pasión, los sueños y la ilusión por un proyecto empresarial. Antes de los 30 no es para ver en qué compañía quieres trabajar, sino a qué jefe sigues, un buen jefe te enseñará a trabajar de manera diferente“.

Tres: “Entre los 30 y los 40 años tienes que entender que trabajas para ti mismo”.

Cuatro: “Entre los 40 y 50 años tienes que enfocarte y dedicarte a lo que ya sabes que eres realmente bueno”.

Cinco: “Entre los 50 y los 60 años enseña a las nuevas generaciones, transmíteles lo que has aprendido, y trabaja para ellos, porque los jóvenes, trabajarán mejor que tú”.

Seis: “Cuando tengas 60 años dedícate a ti mismo, vete a la playa y disfruta”.

Por cierto, qué bien nos habría venido que la clase política de los partidos tradicionales, hubieran sido, al menos, buenos estudiantes y haber trabajado para tener experiencia profesional…