Los ayuntamientos en el ejercicio de sus competencias tienen la obligación de realizar una labor “in vigilando” en relación al cumplimiento de las ordenanzas municipales. Y los ciudadanos debemos colaborar poniendo en su conocimiento cualquier infracción de la citada normativa municipal. Se trata, por tanto, de una relación bidireccional de colaboración mutua en beneficio de todos.
En Getxo, vivimos una situación, cuando menos, atípica. La institución local y en relación con la normativa de ruidos y hostelería no realiza la labor “in vigilando” que le corresponde. Pero, incluso, aunque se presente queja formal y documentada sobre alguna infracción relacionada con la contaminación acústica, olores y horarios vinculados a la hostelería, su respuesta es la pura inacción. Una llamada a la policía local para denunciar una infracción vinculada a la hostelería, es respondida, en más ocasiones de las debidas, con muy malos modos hasta el punto de colgarte el teléfono y dejarte con la palabra en la boca
Inacción que no se aplica cuando estacionamos un vehículo en zona no autorizada o nos retrasamos mínimamente en nuestras obligaciones tributarias. El papel lo aguanta todo y las ordenanzas establecen unas limitaciones razonables que garantizarían una convivencia normalizada si se hicieran cumplir. Pero el problema en Getxo reside en que se ha convertido en imposible algo tan lógico como que su ayuntamiento haga cumplir su propia normativa municipal. Sra. Aguirre, con todo el respeto que su persona y su cargo me merecen, le pido un trato igualitario para todos los vecinos de Getxo y que haga algo tan simple, como cumplir las ordenanzas aprobadas por la institución que dirige.
Javier Ruiz




