Roque
Roque Adrada

Hace siete años y aproximadamente por estas fechas, me encontraba en Ginebra (Suiza) realizando un periodo de prácticas en  UNITAR, organismo de Nacionales Unidas encargado de la formación y desarrollo de directivos de organismos internacionales por sus siglas en inglés United Nations Institute for Training and Research. Mi estancia en Ginebra coincidió con un debate dentro del cantón de Ginebra sobre la permisión o no, de que se permitiera pedir limosna en la calles.  Lo más interesante no fue el debate en sí mismo, sino que las instituciones organizaron a través de un mecanismo de participación ciudadana, una votación directa de los ciudadanos del Cantón para que fueran ellos lo que decidieran sobre una cuestión que les afectaba directamente. La votación concluyo con un SI a que se pudiera pedir limosna en las calles.

Les cuento esta breve anécdota, porque con carácter general en España y con carácter específico en nuestro municipio, las políticas e iniciativas de participación ciudadana son, comparadas con las de otros países/regiones,  inexistentes desde el punto de vista de la influencia en la toma de decisiones que afectan al conjunto de ciudadanos, lo que me obliga a hacerme las siguientes preguntas: ¿Cómo es posible que en plena crisis económica no se consulte a los ciudadanos de Getxo sobre si están de acuerdo o no, de que se gasten 8 millones de euros de nuestros impuestos en una obra inmobiliaria denominada Romo Kultur Etxea? ¿Tiene sentido que no podamos opinar sobre si estamos de acuerdo en que nuestros impuestos vayan a la redacción de un “diario de noticias” denominado Getxoberri? ¿No creen ustedes que tenemos derecho a reflejar nuestra opinión a nivel municipal sobre iniciativas que nos afectan a todos?

Como ciudadano me da una impotencia tremenda no solo el no saber (porque no hay políticas reales de transparencia) sino el no poder reflejar mi opinión, la opinión de todos nosotros, sobre aspectos, gestiones, iniciativas y partidas presupuestarias que suponen un endeudamiento público que pagaremos durante muchos años y sobre el cual, no sabemos, ni se nos ha informado del beneficio que supondrá para el municipio en el medio y largo plazo ¿Acaso no hay ningún beneficio…?