CARTA AL DIRECTOR
Ayer viernes hacia las 17:15 de la tarde estacioné mi vehículo durante cinco minutos en la calle Francisca Labroche en Iturribarri y cuando volví me encontré todo el interior revuelto.
En solo cinco minutos y a plena luz del día abrieron mi vehículo para robar. La falta de seguridad en las calles es una lacra debido a las ridículas penas y la falta de implicación de las autoridades para atajar la delincuencia.
Sale gratis que un delincuente acceda a tu vehículo particular -quien dice coche, dice casa- para robar, y más cuando no logran llevarse nada como ha sido mi caso.
Muy cerca de este lugar, en la calle Areneazpi, junto a la Ikastola, a un amigo le ocurrió lo mismo hace unas semanas. Tuvo el vehículo estacionado durante cuatro horas y le robaron un par de cosas.
Las autoridades municipales se contentan diciendo que la delincuencia no es un problema exclusivo del municipio sino que se debe al incremento generalizado de la inseguridad en todas partes. Con esta respuesta tiran durante un tiempo más hasta que un día, por puritísima casualidad, se reducen las cifras de delincuencia. Ahí llega el momento de presumir de la eficiencia de sus políticas -que es ninguna- y vuelta a empezar. Sin mover un dedo, la concejal de seguridad ciudadana consigue anotarse un punto sin haber hecho absolutamente nada y continúa perpetuándose en el cargo.
R.M.