Siempre nos ha gustado aderezar las fiestas con ciertas dosis de riesgo. Acuérdense, si no me creen, de las bajadas en patinete, que ahora todos llaman skate, por la cuesta de Arrigúnaga, que eran un clásico. ¡Qué talegadas! Había más lesionados que en San Fermín. Todavía cuando se contemplan las…






